Pues sí, tal y como ha reconocido en la revista Rolling Stone, el CEO de HBO confesó haber troleado a los críticos con tuits falsos tras publicarse un informe de la revista. Casey Bloys explicó que durante la pandemia pasó una «cantidad de tiempo poco saludable» en Twitter cuando habló de utilizar un «ejército secreto» para responder a los críticos. Y ya dijo que se le había ocurrido «una idea muy tonta para aplacar su frustración».
En resumen, una conducta, como mínimo, poco ejemplar, justificada con excusas inaceptables. Los hechos ocurrieron entre 2020 y 2021 cuando era presidente de programación y responsable de contenidos de la compañía. Ahora es el máximo responsable.
Hechos como estos ponen de manifiesto la importancia de la formación y de la comunicación para fomentar la cultura de cumplimiento en las organizaciones. Formación y Comunicación son piedras angulares para hacerlo.
Y sí, hablamos de protección de datos, pero también de más cosas. Esta cultura debe llegar a todos los rincones de las empresas, y de la Administración, y a todas las personas que están involucradas en ella. Y debe llevar a todas partes la ética y el cumplimiento en general.
Hacemos un repaso breve a los principales aspectos claves a tener en cuenta.
- Conciencia sobre la importancia de la protección de datos.
La formación continua asegura que todos los empleados, desde la alta dirección hasta el personal operativo, entiendan la importancia crítica de proteger los datos personales y la información confidencial. Al estar informados sobre los riesgos y las consecuencias de una brecha de datos, los empleados pueden reconocer la relevancia de su comportamiento diario en la salvaguarda de la información.
- Comprensión de la legislación y normativas.
Las leyes de protección de datos, como el RGPD en Europa, la CCPA en California y otras legislaciones similares en todo el mundo, son complejas y sujetas a cambios. La formación ayuda a mantener al personal actualizado sobre sus responsabilidades legales y sobre cómo la legislación afecta a sus roles específicos.
- Implementación de mejores prácticas.
La capacitación proporciona a los empleados el conocimiento de las mejores prácticas en el manejo de datos, incluyendo la identificación de información sensible, el uso correcto de sistemas de TI y la aplicación de protocolos de seguridad. Esto reduce la posibilidad de errores humanos, que son una de las causas más comunes de las brechas de datos.
- Gestión de riesgos.
La formación puede ayudar a los empleados a identificar y evaluar los riesgos relacionados con la protección de datos en las actividades cotidianas, así como a aplicar las medidas de mitigación adecuadas.
- Respuesta a incidentes.
La comunicación efectiva asegura que, en caso de una violación de datos, todos los miembros de la organización sepan exactamente cómo se puede reaccionar, quién debe ser notificado y qué pasos deben seguir para contener y resolver la situación.
- Refuerzo del compromiso ético.
Una cultura de cumplimiento también es una cuestión de ética empresarial. La formación ayuda a internalizar el valor de la privacidad y el respeto por la información personal, más allá del mero cumplimiento legal.
- Transparencia con las partes interesadas.
La comunicación eficaz no solo es importante internamente sino también hacia fuera. Es vital que los clientes, socios y reguladores perciban la seriedad con la que una organización trata la protección de datos, lo que puede mejorar la reputación y la confianza en la marca.
- Adaptación a la evolución tecnológica.
La tecnología y las amenazas de seguridad evolucionan rápidamente. La formación continua asegura que los empleados estén al día con los desarrollos tecnológicos y las amenazas emergentes.
- Fomento de una cultura de informes.
Los empleados deben sentirse cómodos informando posibles problemas o brechas sin miedo a represalias. Una comunicación abierta y transparente fomenta una atmósfera donde los empleados se sienten seguros al reportar incidentes o conductas sospechosas (más allá del Canal de Denuncias).
- Mejora continua.
La formación y comunicación son procesos continuos que ayudan a las organizaciones a adaptarse y mejorar sus prácticas de protección de datos de forma constante y alineada con los cambios en el entorno regulatorio y tecnológico.
Para que una cultura de cumplimiento sea efectiva y sostenible, es esencial que la formación y la comunicación sean vistas como inversiones continuas y no como requisito de una sola vez. Esto demuestra el compromiso de la organización con la protección de datos y refuerza la importancia de cada individuo en el proceso de proteger la información confidencial y de su compromiso con una conducta ética.
Como siempre, hagamos las cosas bien y ¡cuidaos!