Parecía un tema más que superado pero una reciente sentencia de Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha establecido que la colocación de cookies requiere el consentimiento activo de los usuarios. Por lo tanto, una casilla marcada por defecto es insuficiente.
Empezamos por explicar que las cookies son ficheros que el proveedor de un sitio de Internet coloca en el ordenador de los usuarios de este lugar y a los que se puede acceder nuevamente cuando estos vuelven a visitar el lugar con el fin de facilitar la navegación en Internet o las transacciones o de obtener información sobre el comportamiento de estos usuarios.
La obligación del responsable del sitio web, dice el Tribunal, es obtener el consentimiento antes de almacenar o acceder a cookies no esenciales (entienden por «esenciales» aquellas cookies técnicas, necesarias para el funcionamiento del sitio web). Las cookies no esenciales son, por ejemplo, aquellas que permiten hacer el seguimiento del usuario con el fin de enviarle publicidad segmentada o recoger datos estadísticos. El consentimiento no puede ser tácito, implícito o asumido. Debe ser expreso o no es.
La decisión del Tribunal pone en cuestión miles de webs que, actualmente, no solicitan primero el consentimiento antes de instalar las cookies. Y esto significa un claro incumplimiento que, aparte de costes reputacionales, supone arriesgarse a ser multado. Ni que decir tiene que la comprobación la puede hacer cualquier sólo entrando en modo incógnito desde su navegador.
Consejos
Revise y ajuste, si es necesario, la Política de Cookies. Compruebe qué cookies instala su web en el ordenador del usuario (y vea si todas le interesan o le falta alguna). Asegúrese de que las cookies instaladas están claramente explicadas en la Política de Cookies (en especial, si comparte los datos que recopile con terceros). Si es necesario, redacte su nueva versión y hágalo saber a los visitantes de su sitio web.
Implementar en la página una solución técnica que permita al usuario, de acuerdo con la Política de cookies que hemos definido, elegir qué quiere permitir que se instalen en su ordenador (al margen de las esenciales). La solución, además, informará de cómo el usuario puede cambiar o retirar el consentimiento.